Hoy más
que nunca es necesaria una ética que estudie la relaciones entre humanos y
tecnología. Para que ésta en lugar de ser una amenaza se convierta en una
aliada del ser humano y de su crecimiento espiritual.
Desde
mi punto de vista, la relación entre las personas y la tecnología me parece
cada vez más interdependiente, por una razón: la tecnología aparece cada vez
más asociada a la acción humana.
Estamos
ante el peligro de la sustitución del mundo natural por otro artificial.
Algo que
también debería de destacar en esta entrada es que la tecnología cada vez nos
está aislando más; disminuyendo la comunicación entre las personas. Hay una
frase muy conocida del filósofo
Aristóteles que es "El hombre es un ser social"; y es verdad solo que
en la sociedad actual somos sociables, pero sólo mediante las redes sociales.
Un estudio de la OMS confirma que un 96% de los jóvenes de todo el mundo
utiliza la tecnología a diario.
En la
película I Robot (Yo Robot) se cuenta que la dependencia del ser humano con la
tecnología cada vez es mayor porque, por ejemplo, en vez de tener un compañero
de piso, señora del hogar, lo que se tienes es... un robot. Will Smith (el
protagonista) está en contra de ello y decide cambiarlo.
En
conclusión: en esta entrada os quería informar de que la tecnología avanza y va
introduciéndose cada vez más en nuestra vida diaria. Internet, las redes
sociales, la conectividad y los dispositivos móviles nos llevan a un mundo cada
vez más conectado, lo que ha generado un importante cambio en nuestra forma de
relacionarnos y de comunicarnos.
No os
extrañéis porque en un blog de perros (como es éste) se esté hablando de esta
cuestión. Es muy serio y hay que solucionarlo, a pesar de que la tecnología va
avanzando cada vez más y más.
Aquí,
como siempre, os dejo un vídeo de cómo influye la conectividad a internet en toda
la familia.
(Lo siento
por la mala calidad del vídeo).
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