1 Acondiciona el pelo de tu perro. Si es seco o si tiene una piel que requiera humedad, compra un
acondicionador para pelo en aerosol para utilizarlo antes de cepillarlo. Esto
ayuda a fortalecer el pelo y evita que se dañe. Si el pelo de tu yorkie es
naturalmente graso, puedes omitir el acondicionamiento, ya que podría lucir muy
grasoso.
2 Cepilla el pelo de tu perro por secciones. Utiliza un cepillo de goma para perros con cerdas de metal y puntas de
plástico. Divide un área del pelaje en secciones y cepilla desde la raíz hasta
las puntas, siguiendo la forma del pelaje. Cepillar sin seguir la forma del
pelaje es incómodo y puede enredarlo. Un cepillado correcto acondicionará el pelo
de tu pelo, ya que esparcirá los aceites naturales a lo largo de su pelaje.
- El cepillo de goma ayudará a sostener el cabello y mantendrá las secciones.
- Tal vez quieras empezar cepillando un área como los hombros, donde tu mascota es menos sensible y tiene menos cosquillas.
3 Trabaja los nudos. Si encuentras
pequeños nudos, trata de deshacerlos con tus dedos y desenrédalos. Si resulta
difícil y no logras desenredar el nudo, utiliza un peine y deslízalo entre la
base del nudo y la piel. Coloca un par de tijeras sobre el peine y corta el
nudo. El peine protege la piel y evita que accidentalmente cortes a tu mascota.